"No hay decisiones buenas y malas, solo hay decisiones y somos esclavos de ellas." (Ntros.Ant.)

martes, 19 de julio de 2011

MITOS HEBREOS -LEVIATAN-


MITOS HEBREOS
DESCRIPCIÓN DE LOS MONSTRUOS PRIMITIVOS

LEVIATÁN

POR ROBERT GRAVES y RAPHAEL PATAI



Los colmillos del monstruo Leviatán difundían el terror, de su boca salían fuego y llamas, de las ventanas de su nariz.O humo, de sus ojos un feroz rayo de luz; su corazón carecía de compasión. Vagaba a voluntad por la superficie del mar, dejando una estela resplandeciente; o por su abismo inferior, haciendo que hirviese como una olla.
Ningún arma del arsenal de la humanidad podía abollar sus escamas. Los habitantes del Cielo mismo lo temían. Pero Dios pescó a Leviatán con un anzuelo, lo sacó del mar, le ató la lengua con una cuerda, le atravesó las ventanas de la nariz con una caña y le taladró las mandíbulas con una espina, como si hubiese sido un pez de río. Arrojó el cadáver al fondo de una embarcación y se lo llevó como si fuera al mercado.
Cuando Dios creó los peces y los animales marinos con luz y agua, permitió que Leviatán, que era mayor que todos sus compañeros juntos, los gobernara desde un trono erigido sobre una inmensa roca bajo el agua. Algunos dicen que tenía muchas cabezas, o que habrá dos Leviatanes —la Serpiente Huidiza y la Serpiente Encorvada— y que Dios destruyó a las dos. Otros dicen que perdonó a Leviatán por ser una de Sus criaturas, pero lo domesticó por completo (ordenó al arcángel Jahoel que lo hiciera), y todavía se digna jugar con él en el ancho mar durante tres horas al día. Los grandes dragones marinos sirven de alimento a Leviatán.
Bebe el agua de un tributario del Jordán mientras corre hacia el océano por un canal secreto. Cuando tiene hambre lanza un vapor humoso que agita a una inmensa extensión de agua; cuando tiene sed produce un cataclismo tal que deben transcurrir setenta años para que se restablezca la calma en el mar, e inclusive Behemoth en las Mil Montañas muestra señales de terror. Pero Leviatán sólo teme a una criatura: un pececito llamado Chalkis, creado por Dios con el único propósito de refrenarlo.
Otros sostienen que Leviatán fue confinado por Dios en una caverna del océano, donde recae sobre él todo el peso del mundo. Su gigantesco cuerpo recostado presiona sobre Tehom, lo que impide que inunde la tierra. Pero como el agua es demasiado salada para el gusto de Leviatán, la sed lo obliga con frecuencia a levantar una aleta; las aguas dulces de Tehom surgen y él bebe un rato y luego vuelve a bajar la aleta.
Algunos dicen que Leviatán tiene tantos ojos como días el año, y escamas radiantes que oscurecen al sol mismo; que se muerde la cola con los dientes y forma un anillo alrededor del océano. A la banda inferior del firmamento, que lleva los signos del Zodíaco, se la llama por eso "Leviatán".
A pocos hombres se les ha concedido ni siquiera una vislumbre del cuerpo de Leviatán; pero en una ocasión Rabh Saphra, mientras navegaba en un barco, vio un animal con dos cuernos que sacaba la cabeza del agua. Grabadas en los cuernos leyó estas palabras: "Esta minúscula criatura marina, que mide apenas trescientas leguas, está en camino para servir de alimento a Leviatán".
Algunos sabios concilian las tradiciones rivales de que Dios mató y no mató a Leviatán con la creencia de que creó un macho y una hembra. Según ellos, Dios mató a la hembra y castró al macho, para impedir que se apareasen y destruyeran al mundo; dicen que habría sido indigno de Él matar al macho y jugar con la hembra... Cuando este sobreviviente solitario ve que se acerca Dios abandona su aflicción; y los justos, observando el juego, se alegran también previendo lo que los espera, pues saben que el Día del Juicio se darán un banquete
con su carne. Con la piel de la hembra hizo Dios brillantes vestidos para Adán y Eva y conservó su carne en salmuera para el mismo banquete.
Leviatán, como Ráhab, exhala un hedor terrible. Si no fuera porque de vez en cuando el monstruo se purifica olfateando las fragantes flores de Edén todas las criaturas de Dios se asfixiarían seguramente.
Los que sostienen que Dios perdonó la vida a Leviatán preven una gran cacería angélica en la que él es la presa- Pero hasta los ángeles más temerarios tienen que huir de él cuando lo acorralan, y si se animan a atacarlo sólo pueden embotar sus armas en las escamas. Cuando por fin Gabriel trata de sacarlo del mar al que ha vuelto, Leviatán traga el anzuelo, la línea y el pescador. Luego Dios en persona tiene que cogerlo en la red y matarlo.
Dios no sólo preparará un banquete magnífico con la carne de Leviatán, distribuyendo para la venta en las calles de Jerusalén lo que los justos no puedan comer, sino que además hará carpas con su piel y adornará las paredes de la ciudad con lo que quede, para que brillen hasta el final del mundo.
Otros predicen un duelo entre Leviatán y Behemoth. Tras una lucha en la costa del mar que estremecerá a la tierra, los cuernos curvos de Behemoth destriparán a Leviatán, en tanto que las afiladas aletas de Leviatán herirán mortalmente a Behemoth.
Otras más sostienen que Leviatán iba a ser el compañero de Behemoth, pero Dios los separó, reteniendo a Behemoth en la tierra seca y enviando a Leviatán al mar, para evitar que el peso combinado de ambos rajara la bóveda de la Tierra.

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