"No hay decisiones buenas y malas, solo hay decisiones y somos esclavos de ellas." (Ntros.Ant.)

sábado, 17 de octubre de 2009

LOS CONCILIOS ECUMENICOS -II DE LETRAN-

LOS CONCILIOS ECUMENICOS

II De Letrán (1139 d.c.)

Papa Inocencio II. Por la disciplina y buenas costumbres.
Condenó los amaños cismáticos de varios antipapas y los errores de Arnaldo de Brescia y publicó medidas destinadas a que reinara la continencia en el clero.
Condenación del antipapa Anacleto y de sus partidarios, Cánones sobre la disciplina del Clero y condenación de Arnaldo de Brescia, revolucionario que tenía soliviantada la ciudadanía romana contra la Iglesia.
Simón Mago - contemporáneo de los apóstoles - oyendo al apóstol Felipe anunciar el Evangelio y confirmándolo con milagros se convirtió y fue bautizado. En los Hechos de los apóstoles se lee: "Habiendo visto, Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo: Dadme también a mí esa potestad, para que cualquiera a quien imponga yo las manos, reciba el Espíritu Santo. Mas Pedro le respondió: Perezca tu dinero contigo; pues has juzgado que se alcanzaba por dinero el don de Dios."
Los Cátaros, palabra que significa puros, eran muy rebeldes a la autoridad religiosa y anárquicos con respecto a la fe y a la moral. Negaban la resurrección de los muertos y la vida futura y admitían, al estilo oriental, la transmigración de las almas, además de otros errores doctrinales.

Magisterio del C.E II de Letrán
X ecuménico (contra los falsos pontífices)
De la simonía, la usura, falsas penitencias y sacramentos
Can. 2. Si alguno, interviniendo el execrable ardor de la avaricia, ha adquirido por dinero una prebenda, o priorato, o decanato, u honor, o promoción alguna eclesiástica, o cualquier sacramento de la Iglesia, como el crisma y óleo santo, la consagración de altares o de Iglesias; sea privado del honor mal adquirido, y comprador, vendedor e interventor sean marcados con nota de infamia. Y ni por razón de manutención ni con pretexto de costumbre alguna, antes o después, se exija nada de nadie, ni nadie se atreva a dar, porque es cosa simoníaca; antes bien, libremente y sin disminución alguna, goce de la dignidad y beneficio que se le ha conferido.
Can. 13. Condenamos, además, aquella detestable e ignominiosa rapacidad insaciable de los prestamistas, rechazada por las leyes humanas y divinas por medio de la Escritura en el Antiguo y Nuevo Testamento y la separamos de todo consuelo de la Iglesia, mandando que ningún arzobispo, ningún obispo o abad de cualquier orden, quienquiera que sea en el orden o el clero, se atreva a recibir a los usurarios, si no es con suma cautela, antes bien, en toda su vida sean éstos tenidos por infames y, si no se arrepienten, sean privados de sepultura eclesiástica .
Can. 22. Como quiera que entre las otras cosas hay una que sobre todo perturba a la Santa Iglesia, que es la falsa penitencia, avisamos a nuestros hermanos y presbíteros que no permitan que sean engañadas las almas de los laicos por las falsas penitencias y arrastradas al infierno. Ahora bien, consta que hay falsa penitencia, cuando despreciados muchos pecados, se hace penitencia de uno solo, o cuando de tal modo se hace de uno, que no se apartan de otro. De ahí que está escrito: Quien observa toda la ley, pero peca en un solo punto, se ha hecho reo de toda la ley [Iac. 2, 10]; es decir, en cuanto a la vida eterna. Porque, en efecto, lo mismo si se halla envuelto en toda clase de pecados que en uno solo, no entrará por la puerta de la vida eterna. Se hace también falsa penitencia, cuando el penitente no se aparta de su cargo en la curia o de su negocio, que no puede en modo alguno ejercer sin pecado; o si se lleva odio en el corazón, o si no se satisface al ofendido, o si el ofendido no perdona al ofensor, o si uno lleva armas contra la justicia .
Can. 23. A aquellos, empero, que simulando apariencia de religiosidad, condenan el sacramento del cuerpo y de la sangre del Señor, el bautismo de los niños, el sacerdocio y demás órdenes eclesiásticas, así como los pactos de las legitimas nupcias, los arrojamos de la Iglesia y condenamos como herejes, y mandamos que sean reprimidos por los poderes exteriores. A sus defensores, también, los ligamos con el vínculo de la misma condenación.

CONCILIO DE SENS, 1140 ó 1141
Errores de Pedro Abelardo
1. El Padre es potencia plena; el Hijo, cierta potencia; el Espíritu Santo, ninguna potencia.
2. El Espíritu Santo no es de la sustancia [v. 1.: de la potencia] del Padre o del Hijo.
3. El Espíritu Santo es el alma del mundo.
4. Cristo no asumió la carne para librarnos del yugo del diablo.
5. Ni Dios y el hombre ni esta persona que es Cristo, es la tercera persona en la Trinidad.
6. El libre albedrío basta por si mismo para algún bien.
7. Dios sólo puede hacer u omitir lo que hace u omite, o sólo en el modo o tiempo en que lo hace y no en otro.
8. Dios no debe ni puede impedir los males.
9. De Adán no contrajimos la culpa, sino solamente la pena.
10. No pecaron los que crucificaron a Cristo por ignorancia, y cuanto se hace por ignorancia no debe atribuirse a culpa.
11. No hubo en Cristo espíritu de temor de Dios.
12. La potestad de atar y desatar fue dada solamente a los Apóstoles, no a sus sucesores.
13. El hombre no se hace ni mejor ni peor por sus obras.
14. Al Padre, el cual no viene de otro, pertenece propia o especialmente la operación, pero no también la sabiduría y la benignidad.
15. Aun el temor casto está excluído de la vida futura.
16. El diablo mete la sugestión por operación de piedras o hierbas.
17. El advenimiento al fin del mundo puede ser atribuído al Padre.
18. El alma de Cristo no descendió por sí misma a los infiernos, sino sólo por potencia.
19. Ni la obra, ni la voluntad, ni la concupiscencia, ni el placer que la mueve es pecado, ni debemos querer que se extinga.

[De la Carta de Inocencio II Testante Apostolo, a Enrique obispo de Sens, 16 de julio de 1140]

Nos, pues, que, aunque indignos, estamos sentados a vista de todos en la cátedra de San Pedro, a quien fue dicho: Y tú convertido algún día, confirma a tus hermanos [Lc. 22, 32], de común acuerdo con nuestros hermanos los obispos cardenales, por autoridad de los Santos Cánones hemos condenado los capítulos que vuestra discreción nos ha mandado y todas las doctrinas del mismo Pedro Abelardo juntamente con su autor, y como a hereje les hemos impuesto perpetuo silencio. Decretamos también que todos los seguidores y defensores de su error, han de ser alejados de la compañía de los fieles y ligados con el vínculo de la excomunión.

Del bautismo de fuego (de un presbítero no bautizado)
[De la Carta Apostolicam Sedem, al obispo de Cremona, de fecha incierta]
Respondemos así a tu pregunta: El presbítero que, como por tu carta me indicaste, concluyó su día último sin el agua del bautismo, puesto que perseveró en la fe de la santa madre Iglesia y en la confesión del nombre de Cristo, afirmamos sin duda ninguna (por la autoridad de los Santos Padres Agustín y Ambrosio), que quedó libre del pecado original y alcanzó el gozo de la vida eterna. Lee, hermano, el libro VIII de Agustín, De la ciudad de Dios, donde, entre otras cosas, se lee: "Invisiblemente se administra un bautismo, al que no excluyó el desprecio de la religión, sino el término de la necesidad". Revuelve también el libro de Ambrosio sobre la muerte de Valentiniano, que afirma lo mismo. Acalladas, pues, tus preguntas, atente a las sentencias de los doctos Padres y manda ofrecer en tu Iglesia continuas oraciones y sacrificios por el mentado presbítero.

***

CATAROS
La historia del pueblo cátaro entra dentro de las raíces medievales del cambio ideológico de cristianismo más puro. Recojo la noticia de que el 16 de marzo de 1244, doscientos cátaros fueron enviados a las hogueras de Montségur por blasfemos, aunque éstos cantaran durante el camino a su muerte, cantos alzados a la gloria de Dios. Profundizo un poco en el tema de los Cátaros, un pueblo pacífico y sencillo, que veía la fe cristiana desde otra perspectiva. “Ecce qua” un poco de su historia.
Se cuenta que el catarismo vino del Mediterráneo, como todas influencias de la época que venia de Bizancia y Tierra Santa. En las tierras del Languedoc (Occitania) la llegada de unos monjes de la mediterránea oriental, en el siglo XII cambiaría el transcurso tranquilo del pueblo albigense, (naturales del pueblo de Albi) tierra de trobadores.
El día 10 de marzo de 1204 el Papa Inocencio III escribió una carta al rey de Francia:
“(...) Te corresponde a ti expulsar al Conde de Toulouse de la tierra que ocupa y quitársela de las manos....para dársela a unos buenos católicos que puedan, bajo tu feliz dominación, servir fielmente al Señor” (...).
En el Sur de Francia, un hombre de mucho poder luchó contra los cátaros, Pèire o Pierre de Castelnau y acompañado por su fiel compañero Arnau Almaric, que fue abad de Cîteaux. Lucharon para acabar con la herejía de aquellos lugares y principalmente se enfrentaron ante los prelados de Languedoc que favorecían a los mismos, como el Obispo de Besièrs, el Obispo de Vivièrs o el Arzobispo Berenguer II de Narbonne y que pugnaron duramente en contra los embajadores del Papa.
A finales de 1207, Castelnau consiguió reunir una liga de barones del Sur de Francia para unirse a esa cruzada en contra de los cátaros. El Conde de Toulouse al enterarse puso remedio y un contra ataque en la que se valió de miles de cátaros meridionales y de la ayuda de sus vasallos, como el rey Pedro II de Aragón. Castelnau moriría asesinado en mano de los herejes, después de un fuerte enfrentamiento con el Conde de Tolosa (Toulouse) Raimond VI, el día 14 de enero de 1208 en Beaucaire.
El día 10 de marzo de 1208, el Papa Inocencio III convoca con un gran llamamiento que todos los príncipes, nobles y gentiles hombres se unan en armas ante una nueva y sangrienta cruzada programada para defender unos pueblos cristianos sublevados en el sur de Francia y ser dirigidos por el Conde Simón de Montfort. Mientras en el otro bando, el Conde Raimond VI de Toulouse, familiar de los reyes de Francia, Inglaterra y Aragón; nuevo enemigo de la cristiandad por defender y gobernar los destinos de los cátaros manda llamar a todos sus aliados para defender con justicia sus territorios ante el papado. El conde toloso gobernaba unas tierras en la que la herejía se había instalado y en la que se sentía libre ya que la Iglesia actuaba cada vez con menor fuerza.
En julio de 1209, en Béziers murieron cerca de 30.000 personas, fue toda una matanza en la que ni los mayores, niños ni mujeres se salvaron. Raimond Roger Trencavel, mandó reorganizar nuevamente a sus vasallos dentro de la fortaleza. En agosto de 1209, la ciudad cayó en manos de Montfort.
LAS CREENCIAS & FILOSOFIA CATARA:
La llegada de la herejía era muy común durante aquella época. En el mediterráneo era muy usual las guerras entre herejes y la Iglesia católica. También era época de las cruzadas, aunque ya iban en declive, el fervor por servir a la Iglesia y luchar en contra el mal y ser perdonados por la eternidad a aquellos que acabaran con los sublevados, mantenían la fe, tal vez equivocadamente, a unos hombres cristianos con afán de seguir los pasos de Cristo. Los puntos de vista de los cátaros sobre los sacramentos, cuestionados y reinterpretados; su oposición a la jerarquía de la Iglesia y pensamiento de que Cristo dió por igual a todos sus apóstoles, sin afán de poder ni de economía; también cuestionaron los temas del bautismo, la eucaristía, la virginidad de María, la conversión del pan y del vino, en cuerpo y sangre de Cristo; aceptaron la idea de la reencarnación por lo que muchos adoptaron también una dieta baja en carnes llegando a rozar el vegetarismo. Esta nueva filosofía socio-religiosa no agradó a la Iglesia Católica, remarcándoles nuevamente de herejes.
El pensamiento o filosofía cátara, divergente y chocante con el mundo cristiano de la época, plantearon una nueva forma de fe cristiana. “Katharos”, esta palabra de origen griego que significa “puros” o “bons homs” en lengua del Languedoc, madre del catalán actual y de las diferentes variantes lingüísticas de la misma lengua.
Hacia 1250 se escribió un documento- uno de los pocos habidos- que fue cuestionado ante el papado, “El Libre des dos principis” (El libro de los dos principios)
CARCASONA: EL HOGAR DE LOS CATAROS
Carcasona, tierra de los Trencavel -señores feudales- tomó un papel muy relevante durante la historia de los cátaros del Languedoc. A casi dos horas de Cataluña por carretera, hallamos la ciudad medieval mejor conservada de las habidas en nuestro continente. El pueblo albigense se resistió a la cruzada organizada por el Papa Inocencio III en el año 1208. Miles de hogueras invadieron la ciudad, cada día había sentencias de brujería y quema de infieles. La Iglesia montó en ella uno de los mejores y mayores tribunales de la Inquisición. Raymond Rouger Trencavel puso fuerte resistencia ante el Conde de Montfort, que luchaba en la banda papal y acompañado de miles de cruzados. La ciudad cayó en manos de Montfort, rindiéndose a éste después de quince dias de asedio, justamente el día 15 de agosto de 1209 en el que se cuenta que hacia un calor terrible. Pedro II de Aragón que operaba a favor de los cátaros, intentó negociar con Montfort pero la tentativa no dió muchos frutos y aún siguiendo con la oposición de Trencavel, éste fallece el dia 10 de noviembre de 1209. Su hijo Raymond volvería años más tarde para poder rescatar Carcassona de los Capetos y devolverla su fé en el caterismo y en el esplendor que vivió la ciudad antes de 1208. Una vez derrotado el hijo de Trencavel, en 1224, se retiró y se tomó muchos años antes de regresar en 1240 a volver a reconquistar los terrenos que anteriormente fueron cátaras como Montolieu. Los reyes capetos (franceses) no les permitió mucho espacio de movilidad, mandando fortificar y reforzar las defensas de las ciudades y villas importantes del Languedoc. Por matrimonio y por herencia, los Condes del Rossellón, de Carcasonne y señoríos de Languedoc y fronterizos con Cataluña, pasaron a ser parte de la Dinastía real de los Condes-Reyes de Aragón y Barcelona, también antiguos aliados de los Cátaros. A Carlomagno y a sus descendientes la unificación de estos territorios a Aragón no agradaron nada. Se intentó casar a las hijas de los reyes de Aragón y Francia, para poder recuperar los derechos dinásticos sobre el sur de Francia. Siempre y durante la historia y a raíz de su unión con el pueblo catalán- principalmente- y con el aragonés, el pueblo de los antiguos cátaros han seguido manteniendo mucha simpatía por aquellos aliados que ayudaron – no si poder resolver- la tentativa de ser cátaros en un mundo en que solo había una ideología religiosa y en el que mandaba el Papa. Eran otros tiempos para el cristianismo.
Inscripción real en una losa: “Als catars, als martirs del pur amor crestian” 16/3/1244

SIMONIA
La compra o venta de lo que es espiritual por bienes materiales. Incluye cargos eclesiásticos, sacramentos, sacramentales, reliquias y promesas de oración.
La palabra Simonía deriva de Simón el Mago, quién quiso comprarle a San Pedro el poder para imponer las manos (Hch 8:9-24).
Es un sacrilegio y atenta contra el Primer Mandamiento. Simonía es tratar los bienes espirituales como si fuesen propiedad de los hombres. Se equipara lo espiritual a lo material y por ende se comercia con cosas santas.
El Concilio de Calcedonia (451) condena la Simonía en las ordenaciones sacerdotales y el Concilio de Trento tomó medidas severas contra la Simonía. Es también condenada por la ley canónica.
La simonía se diferencia de los estipendios, humilde ofrenda necesaria para el sustento del clero y de la Iglesia. Cristo dijo: "Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario" (Lucas 10:7).

1 comentario:

  1. el estiercol , no debe ensuciar mas a la inteligencia, insultandola de este modo, es oprobioso que en siglo 21 sigamos manteniendo la mentira como verdad, y la verdad como mentira.
    Aberastain

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